Macy-Gray-Noches-Botanico-Concierto-Madrid

Macy Gray, una carga aligerada por los Blind Boys of Alabama, loado sea el Señor

He vuelto a picar. He vuelto a un concierto de Macy Gray. Y es que es muy fácil dejarse abrazar por las Noches del Botánico, el lugar perfecto para asistir a conciertos en Madrid. Food trucks, algunos puestos de ropa o complementos y muchas barras limpias, bien atendidas y agradables, que ya está bien de sitios cerdos, gente maleducada y cutrerío festivalero de medio pelo. 

Noches-botanico-Macy-Gray
Zona de descanso y comida. Imagen de la web nochesdelbotanico.com

Es un recinto cómodo, agradable y enclavado en el Botánico de la ciudad universitaria de Madrid. Muy buen ambiente.
Los últimos rayos de sol caen sobre la zona de escenario, antes de que empiecen las actuaciones, dibujándote una sonrisa en la cara; te recuerdan que aún hay tiempo para todo, que es verano, que se acabó el estrés. Flow.
Nada puede fallar.
¿O sí?

Llegamos con el tiempo justo.
Pasadas las 21,00, mientras picamos algo en la zona de foodtrucks, empiezan a sonar los primeros compases de un blues. No suena a cualquier blues. Voces negras de gospel, blues & rock sureño. Algo serio. 

¿Eh, el primer concierto no era de Amadou & Mariam, el duo de Mali??? Me he perdido algo al leer el programa, claramente.
Pero hay que comer algo para no perder ripio del concierto siguiente. 10 minutos de comida rápida y al lío.

Noches-Botanico-conciertos-Madrid
Acceso al escenario y zona de foodtrucks. Imagen de la web nochesdelbotanico.com

Me acerco al escenario.
Rectifico; me veo arrastrada hacia el escenario por la marea del soul, blues y gospel de los Blind Boys of Alabama.

Ahí están, impecables con sus americanas rojas, sus gafas de sol y sus 40 años en cada pata. En total más de 350 años de historia sobre el escenario.

Entran en escena Amadou & Mariam, blues africano de calidad, pero me gustan más los de Alabama, cierto es que el jazz corre por mis venas (albergo pocas dudas de que en otra vida fui negra y de Nueva Orleans)… 

Cantan todos juntos: Amadu & Mariam y los Blind Boys. Todos con gafas de sol. Todos ciegos. Todos música pura. Esto es vida, esto es clase, esto, señores, es amor. Y te reconcilias con la vida mientras ellos agradecen al Altísimo su paso por el mundo, cantando a coro I can see.

Noches-Botanico-Blindboys-Amadou-Mariam-concierto-madrid
Cartel de la gira de Amadou&Mariam and the Blind Boys of Alabama. Fotografía de la web blindboys.com

Termina el concierto y de vuelta a comer (así es; somos limas). Esta vez una crepe Caesar y una cerveza. Entre amigos y en un lugar como este, no te fijas en el tiempo, pero escuchamos a alguien quejarse de la hora.

Macy Gray se hace esperar. (Again)

Un rato largo después, un tipo con camisa blanca y pelo largo llega al escenario y coge el bajo. Focos. Primeros acordes. Y aparecen. Del tirón. Sin miramientos. 

Macy, delgadísima; 3 músicos más (batería, teclado y saxo) y una corista. Más bien, una pedazo de corista, embutida en un picardías blanco, peluca blanca afro, pechamen descomunal, que, sobre sus zapatillas blancas, salta a la tarima del fondo.
Go (baby)- go.

Sin florituras se colocan en su sitio y empieza The Way. Emerge esa voz increíble. La de quien fue bautizada como la nueva Aretha. Y aquí lo es.

Enlaza con Sexual Revolution y ya está el público encendido. Es todo un espectáculo; la go-go bailando en las alturas, grandes músicos, ritmo, luces, mucha marcha, mucha Macy hasta el final de la canción.

Suena el bajo y el órgano de Bridge over troubled waters. La versión de Aretha Franklin. Idéntico inicio con la corista como única voz. Macy hace la parte hablada de Aretha, pero cuando tendría que empezar a cantar cambia el ritmo ligeramente para convertirse en Swimming Pools del rapero Kendrick Lamar. Buen arreglo.
Macy rapea.

En el tema siguiente, habla. También. Y eso es lo que va a hacer el resto del concierto. Todos los temas que se pueden hablar, los habla.
No canta. No puede. No sabe o no llega.

Macy habla; la go-go canta. Canta, con su voz demasiado aguda para un concierto de Macy.
Hasta el teclista  canta y lo hace muy bien. Probablemente el mejor del grupo.
Agradecemos el detalle, pero no hemos venido exactamente a esto.

Macy está seria, flaca; está exhausta. Ida.
Otra vez viene a Madrid  para poco o nada.
Escucho a un chico decirle a su pareja «este no está siendo de mis conciertos favoritos. Ella es otra cosa. A ver si arranca».
Pobre muchacho, si trataba de impresionar a su novia, más le hubiera valido llevarla al parque de atracciones.

Porque Macy no arranca.  

Para cuando llega la ya habitual Creep, de Radiohead, el concierto está sentenciado.
La frase más escuchada entre el público es “Vamos, Macy” !!
Y lo decimos de verdad. Queremos que remonte.

Macy, la diosa negra del soul. La que podría serlo todo y que ahora se sienta en la tarima de la corista y se tumba hacia atrás, con las piernas colgando mientras los demás hacen su trabajo. Se oyen algunas risas entre el público y también algún «venga ya!»

(¿en serio??)…Vamos, Macy 

La primera vez que fui a verla en Madrid, nos quedamos, frente a la puerta cerrada de la Riviera, atónitos por el cartel escrito a mano rápido y mal: “Concierto Cancelado por indisposición de la artista”. Tal cual. This is Macy, man.

Unos años después la vi en Conde Duque, con un calor sofocante.
Salió con su cuerpo redondo aprisionado bajo un body y una americana imposibles.
Y allí estaba ella. Con su voz inaudita; con su buen rollo, con sus contagiosas ganas de romperlo todo. Para bien. Arrolló. Todos, incluida ella, disfrutamos.

Y hoy en Madrid, en el Botánico, después de un lujo de actuación de 5 personajes que ya son leyenda, un ejemplo de superación a todos los niveles: por luchadores, por ciegos, por ancianos, por ser negros en Alabama a mediados del siglo pasado… Después de ellos; esto.

La nueva Aretha dejó de serlo hace tiempo sobre un escenario.  Sólo se parece en el color de la piel y en el color de la voz. Lo demás, es paja. O en realidad, probablemente, polvos.

Macy Gray, la gran Macy, que compone, que tiene un ritmo, un oído y una voz privilegiados,  que a sus 51 años aparenta 60, que parece que ha vivido ya todo, que no puede salir al escenario y disfrutar porque está pasada de vueltas, tocada o hundida.

Macy ha dejado de ser imprevisible para ser algo parecido a Curro Romero. Todos recordamos a sus fieles seguidores que seguían yendo a la plaza, pasados los años, esperando el milagro… Este año sí, maestro…

Vamos Macy … vamos

Macy-Gray-Noches-Botanico-Concierto-Madrid
Macy Gray en las Noches del Botánico. 10 de julio. Fotografía: @yolandacarrero

**Dejé de escuchar a Amy Winehouse bastante antes de que muriera. Era la mejor voz en mucho tiempo; un talentazo. Pero para mí ya no valía todo. Hay mucha gente que merece estar ahí. Así que descabalgué a Amy de las listas y con last fm aparecieron voces similares. Muy buenas – si bien menos dramáticas y mediáticas que ella- como la joven Adele con su 19, con esa voz acrobática, siempre a punto de romperse, pero sin hacerlo.  Chasing pavements, Crazy for you, del pop íntimo a un revoltijo de country, blues, soul y algo más, a su manera. Todo un descubrimiento. Gracias Amy por eso.**

Pero Macy no es como Amy. Aún no. Macy es prolífica fuera de la escena. He escuchado unas cuantas veces su último álbum, Ruby, y es magnífico. Pongo la primera canción, Buddha, y no puedo dejar de sonreir. Alguien que consigue esto no puede dejarse arrastrar.
Macy Gray visita el jazz de los 50 con letras que hablan de twitter e instagram, y encaja; ves a Billy Holliday cuando la escuchas, o a Aretha por supuesto, ves lo que ella quiere enseñarte. Se pasea por la historia de la música negra como Pedro por su casa. Es portentosa de verdad. 

Gracias Macy por Ruby y gracias porque hemos podido disfrutar en directo del origen de lo tuyo y de lo de tantos, a través de los Blind Boys.
Espero tener la oportunidad de verlos de nuevo, y prometo estar mucho más atenta. Será un placer y un honor.

Macy Gray ha sido un bluff esta noche. Creo que ha subido al escenario porque le arropa una gran banda con un espectáculo divertido y porque cancelar supondría meterse en un buen lío.

El problema de ser tan grande y con tanta energía es que cuando estás en modo low, se nota demasiado. 

El concierto acaba con 2 chicas del público en el escenario, traduciendo lo que ella dice, que huele a preparado. En fin, muy absurdo y deshilvanado todo.

Querida Macy, me conmueve  tu voz, me enloquece tu ritmo y me encanta tu arte de hacer poesía tejiendo palabras cotidianas.
Eres luz.
Pero te vencen las sombras.

Y no vale todo.
Respect(just a little bit)

Bye, Macy.

Deja un comentario